VA AL PARAÍSO
PLAN - CERRO PARAÍSO
Es un puerto, hediondo e insolente, bohemio y placentero, decadente y atrapante por su libertad y sus colores, que te atrapa y no te suelta.
Porque es una identidad decir que vienes del paraíso. Es el hogar de perros, gatos, gringos, vagabundos, porteños y el mío.
Mis primeros pasos y cerro abajo corrí incontables veces después del jardín con mi madre atrás “¡Cuidado!” desde el Yugoslavo por la escalera hasta Urriola. Y migré a los suburbios, pero continué, siempre en el plan que me vio crecer, amar, fallar y triunfar.
Aquí nací y me malcrié, comiendo helados york y pan batido.
Volví, si, volví y me siento en casa, una que jamás deje de visitar, y ahora me ve renacer, enfrentando un nuevo desafío, la independencia, que tanto anhele y que tanto temí.
¿Qué me irán a decir? ,
“¿y sola?” ,
“¿y por qué si aquí estas bien?”,
¿Bien? ,
“aquí estas cómoda”,
¿cómoda? ,
“Con esa pinta difícil lo veo mijita” ,
“No vayas a estar haciendo imprudencias”,
Hmmm… jaja.
Liberté.
Pero quiero entenderme, luchar y hacerme amiga de mis demonios, quererme, abrazarme, confiarme la vida.
Y agradecer, al universo, a mis pies que me llevan, a mis brazos y manos con los que trabajo y a todo mi ser por permitirme ser.