¿Desnudarse es sencillo?
¿Desnudarse es sencillo?
En la actualidad lo parece, la inmediatez y la sencillez de las herramientas en redes sociales hacen parecer más fácil el hecho básico de mostrar el cuerpo, de sentir la necesidad de construcción estética sobre como lucimos o no. O más allá, por el simple placer de hacerlo, una tendencia.
En lo cotidiano no me resulta un acto sencillo, los miedos siempre inundan y más si es bajo mi propio lente. Nunca antes logre sentir plenitud frente al hecho de estar desnuda. El mirarte al espejo justos antes de ducharte e incluso después; cuando te secas, analizar cada pliegue, mancha, esas estrías que han ido apareciendo me resulta algo complejo. Es un bello momento de intimidad que se va distorsionando por prejuicios impuesto por años; y mientras más me observo en vez de comenzar un reconocimiento y amor propio, aparece una lejanía frente a mi imagen.
Siempre existe el temor, cuestionamientos y una idea personal que nunca termina de completarse, tenía una visión vaga y distante frente incluso la opinión de los demás. faltaba completar la mía.
Pralad me dio la oportunidad de desnudarme de manera consciente. Que si tengo mucho, que si me falta, que si mi cuerpo se ha deteriorado o no, esa soy yo, cada marca es una experiencia, el registro de un accidente, la marca del sol, mi vida estampada en la piel.
Posar para estas fotografía, fue mi mayor muestra de determinación y coraje de romper los propios límites, segundos de valor que me llevaron a vencer miedos. lograr reencontrarme.
Desnudarme esta vez no bajo mi lente, permitió encontrar el equilibrio físico-espiritual, un acto que deja fuera cualquier auto-boicoteo. Posar desnuda, es sentirse liviana, sin complejidades, esta soy yo en lo más básico y en lo más profundo, es esencia, en creación y poder.