Libre
Libre siendo, sintiendo y haciendo.
Hoy domingo, tempranito en pleno invierno lluvioso me desnudé en Santiago.
Me vió vulnerable y con mucho frío, pero esta vez, mucho más consciente y madura que cuando llegue a él, hace más de 3 años cuando decidí comerme el mundo en una ciudad con más oportunidades de las que tenía en mi país, y aunque en ese momento no estaba literalmente desnuda, así se sentía.
Julio 10, 2022
Mi primer invierno me quemó las manos, se me metió por los huesos, me quitó las ganas de todo.
Esa vez Santiago me vió vulnerable, perdida, pero nunca cobarde. Me vió los ojos de valentía y ganas de trabajar, decidida.
Este domingo en verdad, me sentí libre. Sentí la tranquilidad que en estos días de ansiedad necesitaba. Estaba dispuesta, preparada y sin duda, bien acompañada.
Esta vez fue especial, me llevé una grata sorpresa.
Mi esposa, como siempre desde que estamos juntas, me acompañó y aunque odió despertarse tan temprano un domingo, no siempre está de acuerdo con mis ocurrencias, y piensa mil veces las cosas antes de hacer algo, sin estar preparada, terminó posando junto a mi, y eso sin duda gracias a la hermosa insistencia, profesionalismo y encanto de Pralad.
Aún estoy sorprendida, quizá sea la primera y última vez que esto pase con ella, pero sin duda me lo disfruté.
Le dije a Pralad que me daba igual mojarme, y aunque no llovió tanto como teníamos pensando, que no quede duda que todo estaba helado pero la experiencia fue increíble.
¡Gracias a ambos!
¡Gracias Santiago!
¡Gracias cuerpo y mente por ser siempre tan inquietos y curiosos!